Isabel Sartorius y sus contradicciones

Las fotos son preciosas pero ese protagonismo de la niña es innecesario. Pero no diremos nada para no estropear la relación que tenemos con Isabel». 

Estas palabras contradicen los comentarios de la propia Isabel Sartorius cuando afirma que el padre de su hija estaba al corriente de la publicación. «Nos extraña mucho que Javier haya dado el visto bueno para convertir a su hija en un personaje, siempre ha protegido su intimidad y que sea ajena a la fama de su madre», insisten en la familia Soto. 

Este reportaje podría publicarse en cualquier país del mundo, donde no hay ninguna obligación de pixelar el rostro de niños y menores de 18 años, una ley que sólo existe en España y que bastantes profesionales consideran con poco sentido, ya que se cumple de forma aleatoria. 

Muchos niños, como las nietas e hijas de los reyes y otros personajes de la moda, la aristocracia o el espectáculo, posan con la familia a cara descubierta y nunca se les ha desdibujado el rostro. 

Sacar a los niños en un reportaje es una decisión de los padres y no de los medios de comunicación. La duquesa de Alba se queja siempre de que le encantaría posar con todos sus nietos en la portada de ¡Hola!, un deseo al que se oponen rotundamente tanto sus hijos Eugenia y Cayetano, como Francisco Rivera y Genoveva Casanova. 

Con este reportaje, Isabel Sartorius cae de nuevo en otra de sus habituales contradicciones. Y es que cuando murió su madre Isabel Zorraquín, las crónicas hablaron de ella de forma muy respetuosa, pasando por alto sus problemas anteriores con las drogas. Todo el mundo apreciaba a Isabel madre, una mujer tan buena persona como guapa y educada. 

Sin embargo, Isabel protestó contra algunos de los artículos aunque luego publicó un libro donde no sólo daba pelos y señales sobre las adicciones de su madre. También desvelaba que ella misma iba a comprarle droga cuando sólo era una adolescente. No parecieron importarle los comentarios que podrían llegarle a su hija sobre la intimidad y la salud de la abuela desplegados en todas las librerías del país y en los platós de televisión donde Isabel promociona su libro, en el que, por cierto, incluye una foto de su hija Mencía y de Javier Soto en la playa. 

Se comenta que Isabel Sartorius justifica el reportaje de ¡Hola! en parte porque necesita pagar la Universidad privada a la que quiere ir su hija. Podrían haberle pagado más de 50.000 euros. 

Mencía, que cumple 15 años dentro de pocas semanas, es una buena estudiante y vive una adolescencia normal donde ya tiene su propio círculo de amistades y algún chico con el que tiene más trato que otro. Su mejor amigo es Adil El Assir, hijo de María Longoria y de su marido, el empresario libanés Abderramán El Asir, ex cuñado de Adnan Kasshoggi.

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