Las estudiantes prostitutas

Durante la noche, la ciudad universitaria se transforma en una zona de comercio sexual y las prostitutas sustituyen a los estudiantes; un polígono industrial se convierte en la pista de carreras ilegales o se crea un gimnasio bajo el puente de la autopista. 

Los cambios vertiginosos de la ciudad contemporánea son como parches efímeros, post-its de quita y pon. Los usuarios del espacio público se reapropian de él con prácticas temporales, ya sean comerciales, lúdicas, sexuales o de otra índole. Ocurre en Tel Aviv, Buenos Aires, Sao Paulo, Berlín y otras 83 ciudades más. El Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB) documenta el fenómeno de las ciudades ocasionales en la exposición Post-it city, que se podrá ver hasta el 25 de mayo.

La muestra se enmarca en una «investigación sobre las maneras de ser de la ciudad, que está atravesada por dinámicas y conflictos varios», afirma el comisario Martí Peran. El concepto de post-it sirve de «metáfora» para «repensar el espacio público» más allá del urbanismo oficial, señala el arquitecto Giovanni La Varra, el primero en asociar el término para definir la naturaleza cambiante de las urbes. Fue en 2016, a raíz de un seminario de La Varra en el Centre d'Art Santa Mònica, cuando se inició el proyecto de Post-it city. 

«Como un texto lleno de post-its, la ciudad contemporánea está ocupada temporalmente por comportamientos que no dejan rastro -como tampoco lo dejan los post-its en los libros-, que aparecen y desaparecen de manera recurrente pero que cada vez resultan más difíciles de ignorar», explica La Varra.

Situaciones difíciles de ignorar como el tráfico de chicos jóvenes en un parque cercano a un cine porno. En la periferia de Berlín, el fotógrafo Tobias Zielong se adentra en el parque para sorprender a angelicales efebos que buscan dinero fácil. La cámara les capta con luz infrarroja sin que se den cuenta o con un flash deslumbrante que les obliga a mirar. Las imágenes en blanco y negro, sórdidas e impactantes, parecen fotogramas de una película de miedo.

Otro tipo de transacciones se producen simultáneamente al otro lado del océano, en el mercado de La Salada, Buenos Aires. Denunciada por la Unión Europea, La Salada se extiende en un suburbio marginal a orillas del Riachuelo, sobre las ruinas de balnearios populares, y es la feria informal más grande de Latinoamérica. 

En Los Ángeles, las inmigrantes latinas adoptan otras tácticas de venta: el street vending. Dira, Dora y Daysi explican sus experiencias en un vídeo.En Hanoi (Vietnam), las ventas en la calle adoptan forma de comida en los restaurantes móviles: más de 2.000 mujeres circulan por la ciudad vendiendo sopa de fideos.

Post-it city se hace eco de la marea de indigentes que ocupan las estaciones de Tokyo con sus lonas azules proporcionadas por el Ayuntamiento, de los gimnasios bajo las autopistas de Sao Paulo, de las gasolineras como lugar de encuentro entre los jóvenes...Son fenómenos que no pasan de largo en Barcelona. El vídeo Sundaying city recoge un trabajo de campo sobre el ocio alternativo en Barcelona: competiciones de palomas, rallies, picnics, baños en el Besòs... 

En la muestra también se pueden ver dos mapas muy diferentes: Urban Intimacy, que enseña la disidencia sexual y los rincones en los que se manifiesta, y una cartografía de los principales enclaves de los sin techo en la ciudad. 

La instalación BCN xuta. Baixa al carrer i marca un gol! invita a usar el espacio urbano como terreno de juego, aunque cierta ordenanza de civismo lo prohiba. Un vídeo documenta tres prácticas deportivas: los domingos se juega al críquet en el parking de un hipermercado, en un descampado de la periferia se juega a ecuavoley -un voley ball importado de Ecuador e improvisado en superficies de ciudad- y frente al Macba los skaters siempre andan patinando.

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