El gas natural es una apuesta de futuro

Gas Madrid asumió el reto como protagonista activo en esta apuesta por el fufuro. Cuando en 1987 llegó a nuestra capital el gas natural, todo un mecanismo programado con anterioridad se puso en funcionamiento. El hacer realidad que los madrileños consumieran esta energía costaría a la empresa en un primer período (1986-1992) más de 25.000 millones de pesetas. Esto no sería más que el principio, ya que este gran proyecto se prolongaría hasta muy avanzada la década de los noventa. La decisión de utilizar el gas natural respondía a unos planes de Gobierno en lo que a política energética se refiere.

Con ello se conseguiría: -Reducir la factura del petróleo. -Disminuir la vulnerabilidad de abastecimiento energético al diversificar las fuentes de suministro. -Aumentar la eficiencia energética. -Y una clara reducción de los problemas medioambientales. Gas Madrid inició su proceso de transformación no sólo cara a los usuarios, sino dentro de sus propias instalaciones, ya que lo más inmediato era comenzar a utilizar el gas natural en la fábrica como materia prima, para la elaboración de un gas intercambiable con el que hasta ahora se venía produciendo a partir de las naftas (derivado del petróleo).


La natural resistencia al cambio se vio reforzada por actitudes negativas por parte de una asociación que creía representar los intereses del ciudadano. Estas actitudes dieron como resultado una gran desinformación que confundía actividades propias de la propia compañía como son las inspecciones que periódicamente se realizan por reglamento, con otras de marcado carácter renovador, como es el caso de la transformación de los aparatos de utilización para que los usuarios puedan utilizar el gas natural. Las inspecciones de las instalaciones de gas es una actividad realizada por Gas Madrid mucho antes de que el gas natural llegara a nuestra ciudad.

Estas inspecciones seguirán realizándose después de que el consumo de esta energía se haya generalizado, atendiendo todos los requisitos reglamentarios y porque la seguridad es de todos y resulta algo que es incuestionable. Gas Madrid, consciente de la situación planteada por la desinformación creciente en torno al tema, ha diseñado todo un programa de información y ayuda al usuario en lo que a inspecciones se refiere. Con ello se pretende conseguir que todos los consumidores de gas puedan verificar que sus instalaciones de gas, tanto individuales como colectivas, se hayan en perfecto estado de uso. Este programa supondrá para la compañía un desembolso superior a los 6.200 millones de pesetas destinado en su integridad a proporcionar información y asesoramiento tanto técnico, como económico.

En lo que a la transformación a gas natural se refiere, Gas Madrid consciente de su obligación como empresa suministradora asume en su integridad los costes generados por el cambio de gas, no revirtiendo en el usuario ni uno sólo de los miles de millones de pesetas que cuesta hacer realidad este proyecto: que el gas natural ocupe una situación similar a la que esa energía tiene en el resto de los países de la Comunidad Europea.

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