Cómo ganar masa muscular de manera fácil
Ganar masa muscular no va solo de verse mejor, sino de invertir en salud. Para conseguirlo tienes que combinar bien el entrenamiento con una alimentación adecuada. Si lo resumimos mucho, lo que más influye es la tensión que aplicas al músculo y cómo vas aumentando esa exigencia con el tiempo. Tus músculos solo crecen si los obligas a trabajar cada vez un poco más: más peso, más repeticiones, ejercicios más desafiantes o descansos un poco más cortos.
Registrar lo que haces en cada entrenamiento ayuda muchísimo a mantener esa progresión.
No todos los ejercicios aportan lo mismo. La base deberían ser movimientos grandes, los que involucran muchos músculos a la vez, como sentadillas, peso muerto, press de banca o press de hombros. A partir de ahí puedes añadir ejercicios complementarios que refuercen diferentes áreas y terminar con movimientos de aislamiento si tienes alguna zona que se te queda atrás, como bíceps, hombros o glúteos.
También importa cuánto volumen total haces a la semana y cómo lo repartes. En general, entrenar cada grupo muscular dos veces por semana funciona muy bien, dejando siempre al menos un día de descanso entre sesiones similares.
Además de la tensión, hay momentos en los que conviene generar algo más de estrés metabólico, por ejemplo con series al fallo, superseries o técnicas como pausa-descanso. No hace falta abusar de ello, pero de vez en cuando puede dar un empujón a tus resultados. Y si entrenas en casa, también puedes ganar masa muscular usando progresiones, cargas progresivas o variando la dificultad de los ejercicios.
La alimentación es la otra mitad del proceso.
Para maximizar el crecimiento muscular normalmente necesitas un ligero superávit de calorías y suficiente proteína. No hace falta pasarse: con unos 1,5–2 g de proteína por kilo de peso corporal suele ser suficiente para la mayoría. A partir de ahí, ajustas grasas y carbohidratos según tus preferencias, aunque no conviene limitar demasiado los carbohidratos si te interesa rendir bien en el entrenamiento.
Puedes incluso ciclarlos, tomando más los días de duro, y menos los días tranquilos. Lo que comes en el día completo importa más que lo que tomas justo después de entrenar, aunque aprovechar ese momento con algo de proteína y carbohidrato siempre ayuda.
Sobre suplementos, no necesitas muchos. La proteína de suero es práctica para llegar a tu cuota diaria, y la creatina es el suplemento más respaldado por la ciencia para mejorar fuerza y masa muscular. Más allá de eso, poco aporta lo que puedas necesitar realmente.
Descansar bien también forma parte del progreso. Entrenar no es peligroso si empiezas por donde debes, sin prisas y sin pesos excesivos. A medida que avances sí será recomendable añadir carga externa, siempre con técnica correcta.
Tampoco caigas en la idea de que cuanto más entrenes mejor: el cuerpo mejora cuando equilibras intensidad, volumen y recuperación. Y si tienes poco tiempo, céntrate en los ejercicios grandes, usa técnicas que ahorren tiempo como superseries o drop sets y haz solo el volumen necesario para seguir progresando.
En resumen: estímulo progresivo, buena técnica, constancia, suficiente comida y buen descanso. Así es como realmente se construye masa muscular.








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