He amado más de lo que me han amado a mí.
Divorciada de Nilo Manrique hace ya casi una década, son sus hijos quienes llenan su vida personal, aunque ella confiesa que capacidad para amar no le falta...
Pregunta.- ¿Está haciendo lo que quiere hacer?
Respuesta.- En la vida siempre quieres más porque no hay un ideal, pero tampoco me puedo quejar.
P.- ¿Qué ocurre con la tele?
R.- Yo no he dejado de hacer televisión porque no me interese. La televisión te deja a ti, mejor dicho, son los directivos actuales, los que quieren chicas más jóvenes, más dóciles y más baratas…
P.- ¿Quiere decir que cumplir cincuenta años es un problema?
R.- Seguramente sí. También es posible que no haya hecho bien las cosas. No he sabido convertirme en una gran productora y esto es muy importante. Yo solamente me dediqué a hacer lo que sabía hacer. Vivo exclusivamente de mi profesión desde que comencé con 15 años.
P.- No es una buena relaciones públicas para sí misma…
R.- Me temo que no. He dicho demasiadas veces lo que pensaba en voz alta y eso no es conveniente. Lo que ocurre es que a estas edades ya no se pueden cambiar las virtudes ni los defectos. Además, nunca he estado dispuesta a pagar según qué precios. Si no haces concesiones a tus principios las cosas son más complicadas. La gente que triunfa en estos momentos es la que no da problemas. Yo tengo un criterio, y eso a algunos directivos no les gusta. No soy nada sumisa para mi desgracia.
P.- ¿Tan rebelde es usted?
R.- Yo creo que soy coherente conmigo misma. Los escrúpulos me impiden hacer algunas cosas.
P.- ¿Ha sido su físico importante en su carrera?
R.- No lo creo. A mí me parece que soy normalita. Será que normalmente me veo sin maquillaje…
P.- ¿Le da miedo cumplir años?
R.- No, pero la vejez es una putada muy grande. Los que digan lo contrario son unos hipócritas. Lo que ocurre es que tenemos que afrontarla, la alternativa ya sabemos cuál es...
P.- ¿Ha sufrido la competitividad desleal?
R.- En este juego tienes que saber quién eres y cómo quieres jugar. Si quieres hacer trampas, también puedes hacerlas. Yo nunca he funcionado por el dinero, quizá me ha faltado esa ambición.
P.- ¿Le ha compensado haber elegido esta vida?
R.- Ya no lo sé. No puedo hacerlo de otra manera. Mi personalidad me ha salvado de muchos naufragios y de mucho hijo de puta.
P.- ¿Sus hijos la están mediatizando mucho?
R.- No, mis hijos están al margen. Es cierto que en algún momento he dejado de hacer cosas muy importantes por dedicarme a ser madre. La gente me decía que si estaba loca, pero es que estar tan arriba me provocaba un poco de mareo…
P.- ¿Cómo va la fundación, que abrió para apoyar la enfermedad de su hijo?
R.- En tiempos de crisis es mucho más complicado conseguir fondos. Ahora hay que echarle más imaginación aunque es cierto que tenemos dificultades.
P.- ¿La enfermedad de su hijo la ha cambiado?
R.-No me veo tan cambiada, pero cuando algo tan duro te ocurre es cierto que no pasa por tu vida sin transformarla. Todo gira en torno a esas circunstancias, y yo no creo que haya algo que duela más que el sufrimiento de un hijo. A veces las fuerzas no te llegan para todo lo que tienes que afrontar.
P.- ¿Se puede vivir feliz cuando uno tiene que convivir con la enfermedad?
R.- Sí, sin duda, al principio creía que no y durante mucho tiempo me lo negaba a mí misma. La vida es maravillosa, solamente depende de cómo lo vivamos.
P.- ¿Cómo definiría el momento que está viviendo a nivel personal?
R.- Es un momento de adaptación. Sigo tratando de amoldarme a mis circunstancias. No me puedo quejar, porque tengo más oportunidades que la mayoría. También tengo salud y fuerza para afrontar mis problemas.
P.- Con el paso del tiempo, ¿siente que tiene la misma capacidad para amar?
R.- Se ama de forma diferente pero lo importante es tener esa capacidad. De eso no me puedo quejar.
P.- ¿Se ha sentido querida?
R.- Sí, hombre, yo creo que he amado mucho más de lo que me han amado a mí. Ahora, creo que esto empieza a cambiar.
P.- ¿Se siente insatisfecha?
R.- En el terreno amoroso la vida también está llena de insatisfacciones. Seguramente, si usted escuchara a otros dirían que he sido muy amada.
P.- ¿Cuándo salió de su pueblo pensaba que las cosas iban a ser tan complicadas?
R.- No pensaba nada. Solamente quería ser independiente y hacerme a mí misma. He trabajado mucho. Lo que está claro es que no sabía que la vida era tan complicada.
Pregunta.- ¿Está haciendo lo que quiere hacer?
Respuesta.- En la vida siempre quieres más porque no hay un ideal, pero tampoco me puedo quejar.
P.- ¿Qué ocurre con la tele?
R.- Yo no he dejado de hacer televisión porque no me interese. La televisión te deja a ti, mejor dicho, son los directivos actuales, los que quieren chicas más jóvenes, más dóciles y más baratas…
P.- ¿Quiere decir que cumplir cincuenta años es un problema?
R.- Seguramente sí. También es posible que no haya hecho bien las cosas. No he sabido convertirme en una gran productora y esto es muy importante. Yo solamente me dediqué a hacer lo que sabía hacer. Vivo exclusivamente de mi profesión desde que comencé con 15 años.
P.- No es una buena relaciones públicas para sí misma…
R.- Me temo que no. He dicho demasiadas veces lo que pensaba en voz alta y eso no es conveniente. Lo que ocurre es que a estas edades ya no se pueden cambiar las virtudes ni los defectos. Además, nunca he estado dispuesta a pagar según qué precios. Si no haces concesiones a tus principios las cosas son más complicadas. La gente que triunfa en estos momentos es la que no da problemas. Yo tengo un criterio, y eso a algunos directivos no les gusta. No soy nada sumisa para mi desgracia.
P.- ¿Tan rebelde es usted?
R.- Yo creo que soy coherente conmigo misma. Los escrúpulos me impiden hacer algunas cosas.
P.- ¿Ha sido su físico importante en su carrera?
R.- No lo creo. A mí me parece que soy normalita. Será que normalmente me veo sin maquillaje…
P.- ¿Le da miedo cumplir años?
R.- No, pero la vejez es una putada muy grande. Los que digan lo contrario son unos hipócritas. Lo que ocurre es que tenemos que afrontarla, la alternativa ya sabemos cuál es...
P.- ¿Ha sufrido la competitividad desleal?
R.- En este juego tienes que saber quién eres y cómo quieres jugar. Si quieres hacer trampas, también puedes hacerlas. Yo nunca he funcionado por el dinero, quizá me ha faltado esa ambición.
P.- ¿Le ha compensado haber elegido esta vida?
R.- Ya no lo sé. No puedo hacerlo de otra manera. Mi personalidad me ha salvado de muchos naufragios y de mucho hijo de puta.
P.- ¿Sus hijos la están mediatizando mucho?
R.- No, mis hijos están al margen. Es cierto que en algún momento he dejado de hacer cosas muy importantes por dedicarme a ser madre. La gente me decía que si estaba loca, pero es que estar tan arriba me provocaba un poco de mareo…
P.- ¿Cómo va la fundación, que abrió para apoyar la enfermedad de su hijo?
R.- En tiempos de crisis es mucho más complicado conseguir fondos. Ahora hay que echarle más imaginación aunque es cierto que tenemos dificultades.
P.- ¿La enfermedad de su hijo la ha cambiado?
R.-No me veo tan cambiada, pero cuando algo tan duro te ocurre es cierto que no pasa por tu vida sin transformarla. Todo gira en torno a esas circunstancias, y yo no creo que haya algo que duela más que el sufrimiento de un hijo. A veces las fuerzas no te llegan para todo lo que tienes que afrontar.
P.- ¿Se puede vivir feliz cuando uno tiene que convivir con la enfermedad?
R.- Sí, sin duda, al principio creía que no y durante mucho tiempo me lo negaba a mí misma. La vida es maravillosa, solamente depende de cómo lo vivamos.
P.- ¿Cómo definiría el momento que está viviendo a nivel personal?
R.- Es un momento de adaptación. Sigo tratando de amoldarme a mis circunstancias. No me puedo quejar, porque tengo más oportunidades que la mayoría. También tengo salud y fuerza para afrontar mis problemas.
P.- Con el paso del tiempo, ¿siente que tiene la misma capacidad para amar?
R.- Se ama de forma diferente pero lo importante es tener esa capacidad. De eso no me puedo quejar.
P.- ¿Se ha sentido querida?
R.- Sí, hombre, yo creo que he amado mucho más de lo que me han amado a mí. Ahora, creo que esto empieza a cambiar.
P.- ¿Se siente insatisfecha?
R.- En el terreno amoroso la vida también está llena de insatisfacciones. Seguramente, si usted escuchara a otros dirían que he sido muy amada.
P.- ¿Cuándo salió de su pueblo pensaba que las cosas iban a ser tan complicadas?
R.- No pensaba nada. Solamente quería ser independiente y hacerme a mí misma. He trabajado mucho. Lo que está claro es que no sabía que la vida era tan complicada.
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