La subida de los medicamentos.

La tasa de un euro por medicamento que el Govern quiere cobrar de forma «universal» afectará a los crónicos y jubilados, principales damnificados de esta nueva medida para refinanciar el sistema de salud. Según un estudio de la propia Conselleria, un 75% de los catalanes padece una enfermedad crónica, por lo que tres de cada cuatro pacientes deberán abonar la cuota por fármaco hasta un límite de 61 euros anuales.

Colesterol, diabetes o hipertensión son tres de las patologías más comunes entre los catalanes que requieren medicación pautada. A su vez, se trata de dolencias muy propias de las personas mayores de 65 años, pensionistas que actualmente no pagan los fármacos y a partir de ahora deberán abonar un euro por envase. «Se tiene que abordar el debate del gasto farmacéutico, pero hay que hacerlo de una forma ordenada y coherente», asegura la socialista y ex consellera de Salut, Marina Geli.

Según los indicadores sanitarios, 140.000 personas sufren dependencia, lo que representa un 6% de la población del territorio catalán. Además, la mitad de estos pacientes desarrollan enfermedades crónicas múltiples, por lo que su tratamiento es más complejo y costoso.

Los últimos datos de la Fundación Farmaindustria indican que el tipo de paciente que consume mayor medicación es el de una mujer mayor de 65 años, con bajo nivel de estudios, jubilada o ama de casa y usuaria de la cobertura sanitaria pública. «Este perfil, lógicamente, obedece al impacto de la enfermedad degenerativa en una población envejecida, principal usuario y consumidor de los sistemas de salud», señala el estudio.

Una de las mayores críticas de profesionales, sindicatos y oposición a la tasa por medicamento es su cobro universal. Para el grupo de ICV, uno de los más duros contra el tique moderador del Govern, define la medida como una de las más «antisociales» que se han puesto en marcha. Su diputado Francesc Vendrell asegura que los principales damnificados serán aquellas personas con «un nivel de renta más bajo». Por ello, los ecosocialistas plantean medidas alternativas para tratar de reducir el agujero en el gasto farmacéutico. «Comprando y comercializando medicamentos más económicos se podrían ahorrar unos 90 millones de euros», explica.

Para Metges de Catalunya es especialmente preocupante el desglose farmacéutico, ya que sostienen que Catalunya se ha gastado en farmacia unos 1.700 millones de euros en lo que va de año, unos 427 millones más de lo presupuestado inicialmente. Sin embargo, su presidente Albert Tomàs, asegura que los más afectados por la nueva tasa serán los jubilados, los enfermos crónicos y los desempleados. «No es un tique moderador, es una medida recaudatoria», denuncia. Además, desde el sindicato mayoritario creen que la medida inducirá a la automedicación, lo que supone «un riesgo» para los enfermos. «Se inventan la tasa moderadora para no hacer pagar por visita», denuncia Tomás.

Por su parte, desde la Federació d'Associacions de Farmàcies de Catalunya denuncian un «copago encubierto» y aseguran que la medida pone en duda la utilidad de la receta electrónica.

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